El Zar y Un Puñado de Aristócratas (Fuga en Si-beria)

Obra nº: 106
Espectáculos: Humor Dulce Hogar
Discos: (No)
Vídeos: (No)

(El título completo de la obra es: "El zar y un puñado de aristócratas rusos huyen de la persecución de los revolucionarios en un precario trineo, desafiando el viento, la nieve y el acecho de los lobos").

(Narrador: Marcos Mundstock - Zar Nicolás: Marcos Mundstock - Mijail, el correo secreto: Carlos Núñez Cortés - Conde Menkov: Jorge Maronna - Marqués Pipiushin: Carlos López Puccio - Duque Topolev: Ernesto Acher - Barón Nikita: Daniel Rabinovich)

Narrador: Cuando le propusieron a Johann Sebastian Mastropiero que compusiera la música de una opereta sobre la huida de los aristócratas rusos en la revolución de 1917, Johann Sebastian pidió consejo a su venerado maestro, el profesor Wolfgang Gangwolf. Este le dijo: "Muchacho, se han compuesto hermosas partituras para operetas... aún en un género menor, como la opereta, se puede notar la calidad de un compositor... Te aconsejo que rechaces el ofrecimiento. Más aún: no debes aceptar, si es que todavía te queda un poco de amor propio". "Si es así", respondió Mastropiero, "puedo aceptar perfectamente". Por otra parte, el padre de Mastropiero, que se oponía a la carrera artística de Johann Sebastian, por la misma época le envió una carta en la que le decía: "Hijo mío: Te pido que abandones la música. Es posible que sean mis prejuicios los que me impiden ver... pero por desgracia no me impiden oír". En este punto Johann Sebastian se vio obligado a optar entre su familia y la música. Y eligió la música, para desgracia de ambas. Terminó de componer la opereta, y para evitar más conflictos con su familia se dispuso a firmarla con un seudónimo: Johann Severo Mastropiano. Enterado el padre, le mandó otra carta en la que le decía: " Hijo mío: Si usas ese seudónimo, todos sabrán, no sólo que soy el padre del compositor, sino también que soy el padre de un imbécil". Johann Sebastian reconoció que su padre tenía razón, y se cambió el seudónimo: firmó la opereta como Klaus Müller. Esto solucionó por fin el problema con su familia pero le acarreó demandas penales de treinta y siete familias de apellido Müller. A continuación escucharemos el cuadro primero del segundo acto de la opereta de Johann Sebastian Mastropiero titulada: "El Zar y un puñado de aristócratas rusos huyen de la persecución de los revolucionarios en un precario trineo, desafiando el viento, la nieve y el acecho de los lobos. Resumen del argumento: ¡Adiós, mi estepa!

(Coro doliente)
ZAR NICOLÁS: Ay, ay, ay, Rusia Imperial ...
Ay, ay, ay, Rusia Imperial ...
CORO: ¡No!, ¡ya no hay!
No hay, no hay, no hay
BARÓN NIKITA: ¡Ay, ay, ay!
CORO: No hay Rusia Imperial. No ... hay...
BARÓN NIKITA: Rusia...imperial...
ZAR NICOLÁS: No aceptaremos a los rojos ni su plan
CORO: proletario
ZAR NICOLÁS: Son insolentes, y lo peor es que son tan...
CORO: ¡ordinarios!
BARÓN NIKITA: Ay, qué cruel malvado espécimen
CORO: soviético
DUQUE TOPOLEV: que ha cambiado nuestro régimen
CORO: dietético.
ZAR NICOLÁS: Con esos métodos
apátridas y anárquicos
CORO: que ostentan,
ZAR NICOLÁS: si nos descubren
los antimonárquicos
CORO: nos revientan.
ZAR NICOLÁS: Adiós mi estepa...
Estepa... vino el comunismo.
BARÓN NIKITA:

¡Estepa ... ís ya no es lo mismo!

DUQUE TOPOLEV: Ay ... qué frío que hace.
BARÓN NIKITA: Cuando yo era pequeño, en esta región el frío era mucho peor.
DUQUE TOPOLEV: ¿Estará cambiando el clima?
BARÓN NIKITA: No, yo tenía los pantalones cortos...
ZAR NICOLÁS: En dos semanas que llevamos huyendo de los bolcheviques no ha dejado de nevar, y el viento helado sopla a cien millas por hora y la temperatura es de cuarenta grados bajo cero.
CONDE MENKOV: Sí, sí. ¡Y no sabe lo que es ésto en invierno!
(La troika se detiene. Se ayudan a bajar)
BARÓN NIKITA: ¡Oooo! ¡Oro, Zaino, Alazán... Micifuz! Cuidado el trineo, Duque Topoleff..., cuidado la nieve, Marqués Pipiushin..., cuidado la hernia, Conde Menkov
ZAR NICOLÁS: Este...
BARÓN NIKITA: Huy!, el zar...Cuidado la alteza, su altura
DUQUE TOPOLEV: (Se oye un aullido en off) ¡Lobos!
BARÓN NIKITA: ¡Qué ordinarios! ¡Qué frío! Un frío terrible, hace...
MARQUÉS PIPIUSHIN: ¡Y con el hambre que tenemos!... Hace dos semanas que sólo comemos pan duro y raíces
CONDE MENKOV: Con eso engañamos al estómago.
DUQUE TOPOLEV: Mi estómago está empezando a sospechar
(Llega el correo. Se detiene. Se quedará todo el tiempo en la mandocleta)
MIJAIL: Ay qué frío... ay qué frío...
¡ Permitidme una palabra, oh nobles señores!
DUQUE TOPOLEV: (Disimulemos..., nadie debe saber que somos nobles). Te equivocas, somos simples campesinos
MIJAIL: Sin embargo vuestros ropajes no parecen ser de simples campesinos
DUQUE TOPOLEV: Es que tenemos un matrimonio.
MARQUÉS PIPIUSHIN: Yo soy la novia
BARÓN NIKITA: Yo soy los padrinos...... él es el "ponqué".
Bueno, tienes razón pobre... pobre. No somos campesinos, somos bailarines del Teatro Bolshoi... estamos en gira
MIJAIL: ¿En gira por aquí? Pero si aquí sólo hay lobos...
BARÓN NIKITA: Sí, y si viera cómo les gusta el ballet.
MIJAIL: Perdón, pero ¿por casualidad no han visto al Zar Nicolás por esta zona?
MARQUÉS PIPIUSHIN: ¿El Zar por aquí?
MIJAIL: La verdad es que yo soy su correo secreto y lo estoy buscando porque tengo que entregarle el cofre con las joyas de la corona.
TODOS: ¡¡¡Yo soy el Zar !!! ¡No, no, no! ¡Yo soy el Zar!
MIJAIL: ¡Así los quería agarrar!.En realidad soy comisario del pueblo y traigo orden de detener al Zar y entregarlo para que lo fusilen...
TODOS: (Señalan al Zar con el dedo)
MIJAIL:

Disculpe, su Alteza. Era una estratagema para dar con usted. En efecto, soy su correo secreto.
Soy el correo secreto del zar
voy desafiando la nieve y los rigores
llevo las noticias a duras penas
algunas noticias son malas
¡y otras son peores!

ZAR NICOLÁS: Mijail, ¿qué noticias traes?
MIJAIL: Me temo que no muy buenas, su majestad.
El ministro de guerra, mariscal Plotkhin, sigue escondido en el sauna del casino de oficiales...
ZAR NICOLÁS: ¿Y qué manda a decir?
MIJAIL: Que adelgazó una barbaridad.
Los sirvientes abandonan masivamente los palacios y dejan unos carteles que dicen...
ZAR NICOLÁS: ¿Qué dicen?
MIJAIL:

..."atendido por su propietario".
Su favorita de usted, la duquesa Irina, desde que usted partió está desesperada y ansiosa.

ZAR NICOLÁS: ¿Quién te lo dijo?
MIJAIL: El mariscal Plotkhin, dos capitanes y seis tenientes.
Este es el parte del frente sur
ZAR NICOLÁS: Y tú le entregarás este mensaje al mariscal Plotkhin.
MIJAIL: Soy el correo secreto del zar
BARÓN NIKITA: Papenko, papenko...niet corrovsky!
MARQUÉS PIPIUSHIN: ¿Qué?
BARÓN NIKITA: ¡Papi, no corras!
ZAR NICOLÁS: Szonia nieskaya schyudne... u... uuu... uaua... sch...chch... chsstch... tch... ¡Ah, no! "Situación de las tropas desastrosa en todos los frentes..." ¡uh! ¡Maldición! estos bolcheviques...
DUQUE TOPOLEV: Ah, sí, estos bolcheviques, y esas ideas estrambóticas que se traen...
BARÓN NIKITA: Dicen que la tierra debe ser para el que la trabaja.
DUQUE TOPOLEV: Yo les daría toda la tierra que quieran. pero, ¿en qué se la van a llevar?
BARÓN NIKITA: ¡Ah no!, que las materas se las traigan ellos.
CORO: Ya la ley lo dice,
muy en claro queda
ZAR NICOLÁS: la tierra debe ser
CORO:

para el que la hereda .

Los palacios que nos arrebatan
eran tan grandes y tan imponentes
que no nos alcanzaban los sirvientes
y hoy si nos alcanzan, nos matan.

ZAR NICOLÁS: ¿Hay algo más triste, más desdichado, que ser perseguido?
CORO: ¡Sí!, ser alcanzado.
(Noche)
ZAR NICOLÁS: Bien, aquí pasaremos la noche... Barón Nikita hágase cargo de las guardias.
BARÓN NIKITA: Su alteza, no sé cómo decírselo... yo estoy solo y hay varios turnos para cubrir.
ZAR NICOLÁS: Concedido, todos para usted
BARÓN NIKITA: Pladorovnie, samasvaniet, nia poñimai, su abuela!
(Se duermen. Entre Mijail en mandocleta)
MIJAIL: Correos... correos... ¡que no tengo frenos!
ZAR NICOLÁS: Mijail, ¿entregaste el mensaje?
MIJAIL: Sí. Se lo entregué al mariscal Plotkhin, el mariscal Plotkhin se lo entregó a su favorita de Vd., la duquesa Irina, y la duquesa Irina se lo dio a la guardia de palacio.
ZAR NICOLÁS: ¡Desdichada!
MIJAIL: Se la veía contenta...
Y hay más: sus tropas han sido derrotadas, ¡ya todo ha terminado!
ZAR NICOLÁS: (sollozos)
BARÓN NIKITA: Papenko, niet aculievich!
MARQUÉS PIPIUSHIN: Entonces, ¿ya no seremos más nobles?
ZAR NICOLÁS: No.
BARÓN NIKITA: ¿Ya no seré más barón?
ZAR NICOLÁS: Eso depende de ti, hijo mío.
¡Adiós mis nobles!
CONDE MENKOV: ¿Adónde va?
ZAR NICOLÁS: A la estepa más próxima.
MARQUÉS PIPIUSHIN: ¿Y los lobos?
ZAR NICOLÁS: Ese será mi fin. Yo saciaré el hambre de los lobos.
MIJAIL: ¿Lleva galletitas?
CONDE MENKOV: ¡No, majestad!, ¡no vaya al "lobocausto"!
MARQUÉS PIPIUSHIN: ¡Le van a hacer la "lobotomía"!
BARÓN NIKITA: Y ahora, ¿qué haremos?, ¿morir heroicamente como nuestro amado zar o adherirnos a esa sucia revolución?
TODOS: ¡Adherirnos a esa sucia revolución!
CORO: Unámonos a la masa
y apoyemos la revolución.
Mejor ser proletarios en casa
que aristócratas en prisión.
ZAR NICOLÁS: Aaaahhhh... ¡Esto era lo único que me faltaba!
BARÓN NIKITA: ¿Qué le pasó?
ZAR NICOLÁS: ¡Los lobos!
BARÓN NIKITA: ¿Lo atacaron?
ZAR NICOLÁS: No, ¡me orinaron!
CORO: Seremos comunistas desde esta fecha
¡vivan los izquierdistas de derecha!