Loas al cuarto de baño (Obra sanitaria)

Obra nº: 156
Espectáculos: Todo por que rías
Discos: (No)
Vídeos: (No)

Versión del espectáculo "Todo por que rías".

MM: Entre los diversos recintos en que transcurre la vida de los hombres, uno de los más frecuentados es el cuarto de baño. Sin embargo, su figuración en la historia ha sido injustamente postergada y, una postergación, tratándose del baño, puede ser penosa [...]. Los cuartos de baño no poseen el prestigio de las fuentes de la Alhambra, o las termas de Caracalla, y sin embargo, con sólo abrir un grifo o apretar un botón, ¡qué despliegue de manantiales!

MM: Cosas muy importantes han sucedido en los baños: ¡cuántas decisiones de han tomado! ¡Cuántos libros se han leído! Arquímedes descubrió su principio en una bañera. Carlos Marx se estaba duchando cuando pensó por primera vez en la ducha de clases. Podemos imaginarnos a Luis XV de Francia sentado en el trono de su tocador enunciando: "Después de mí, el diluvio". ¡Cuántos matrimonios se han reconciliado en el baño, por ejemplo, mientras la esposa se lavaba los dientes y el esposo se afeitaba! O viceversa. ¡Cuántos gobernantes han meditado sus actos en un cuarto de baño, como si fuera su despacho, hasta el extremo de no distinguirse dónde resuelven más asuntos y dónde hacen más ... decisiones incorrectas.

MM: En todas estas cosas pensaba el gran compositor Johann Sebastian Mastropiero cuando escribió "Loas al cuarto de baño", su célebre cuarteto para reparto sanitario, compuesto para los siguiente instrumentos: calephón, linodoro, desafinaducha y nomeolbidet. En toda esta hermosa obra se respira la inconfundible atmósfera de las partituras del famoso compositor.

Todos: Músicos, filósofos y artistas, escritores eminentes, todos ellos van al baño, y algunos muy frecuentemente.

Todos: Cuántas veces las personas, en el baño han meditado. Cuántos libros se han leído. Cuántas dudas evacuado.

Todos: Duchas, retretes y bañeras, grifos, lavatorios y bidés.

Todos: Loas al cuarto de baño.

Todos: No hay festejos ni banquetes, es el límpido santuario. No se come ni se bebe, sino todo lo contrario.

Todos: Loas, loas, loas al cuarto de baño.


Otra versión.

MM: Entre los diversos recintos en que transcurre la vida de los hombres, uno de los más frecuentados es el cuarto de baño. Sin embargo, su figuración en la historia ha sido injustamente postergada. Cosas muy importantes han sucedido en los baños: ¡cuántas decisiones de han tomado! ¡Cuántos libros se han leído! O en la vida cotidiana, ¡cuántos matrimonios se han reconciliado en el baño, por ejemplo, mientras la esposa se lavaba los dientes y el esposo se afeitaba! O viceversa.

MM: Es verdad que nuestras domésticas bañeras nadie descubrirá un principio físico, como Arquímedes. Es verdad que el humilde espejo de un botiquín no tiene la hondura metafísica de los espejos de Borges. Es verdad que nuestras domésticas bañeras no se comparan con el prestigio de las fuentes de Versailles, o Fontenebleau, o la "Cibelés". Y sin embargo, con sólo apretar un botón, ¡qué despliegue de manantiales! Y cuando uno se retira con la satisfacción del deber cumplido, no necesita arrojar una moneda como en la Fontana de Trevi para asegurarse el regreso. Uno sabe que ha de volver al día siguiente. O, en algunos casos, a los dos días. O tres o más. Bueno, en un caso así, no sé, se podría probar con una moneda.

MM: ¡Cuántos gobernantes han meditado sus actos en un cuarto de baño, como si fuera su despacho, al extremo de no distinguirse dónde han resuelto más asuntos y dónde han hecho más ... decisiones incorrectas.

MM: En todo esto pensaba el gran compositor Johann Sebastian Mastropiero cuando compuso "Loas al cuarto de baño", su célebre cuarteto concertante para artefactos sanitarios que escucharemos a continuación, compuesto para los siguiente instrumentos: calephón en sí bemol, linodoro, desafinaducha y nomeolbidet.

MM: Con motivo de su estreno, un afamado crítico escribió lo siguiente: en "Loas al cuarto de baño", Mastropiero ha logrado más que nunca que de su música emane la esencia de la materia que describe. En ella se respira la inconfundible atmósfera de toda su producción.

Todos: Músicos, filósofos y artistas, escritores eminentes, todos ellos van al baño, y algunos muy frecuentemente.

Todos: Cuántas veces las personas, en el baño han meditado. Cuántos libros se han leído. Cuántas dudas evacuado.

Todos: Duchas, retretes y bañeras, grifos, lavabos y bidés.

Todos: Loas al cuarto de baño.

Todos: No hay festejos ni banquetes, en el límpido santuario. No se come ni se bebe, sino todo lo contrario.

Todos: Loas, loas, loas al cuarto de baño.