Una Canción Regia (Canon escandaloso)

Obra nº: 107
Espectáculos: Humor Dulce Hogar
Discos: Cardoso en Gulevandia (VIII)
Vídeos: (No)

(REY: Ernesto Acher - CANTANTE: Jorge Maronna - MÚSICO: Carlos López Puccio)

REY: ¡Músicos, músicos! ¡oh, entrad, pasad! "Acercados"... acerca-dos

CANTANTE: Ah, porque somos dos.

REY: Espero que estéis a gusto en la corte.

CANTANTE: ¡Oh, sí, sí!

MÚSICO: Estamos encanta-dos.

REY: ¿Y qué música habéis preparado?

CANTANTE: Oh, majestad, hemos compuesto una pequeña canción en homenaje a vuestra esposa, la reina.

REY: ¡Oh, mi bella esposa! Sí, sí, adelante.

CANTANTE:

Dulce reina mía,
una nueva fantasía en cada nuevo verso
deseo mostrarte,
no quiero decir más
lo que tú ya sabes.

El día en que te conocí
me pareció
muy grande
tu inteligencia
vi tu nariz diminuta,
vi tu cabellera
cayendo sobre tu cintura
y tus pechos
maternales.

Y ahora ves la sombra
de uno que sin esperanzas te ama
ves el llanto
del desgraciado
porque tú perteneces a otro
sólo eres de tu marido.

REY: ¡Bravo, bravo! Muy bien, pero quisiera escucharla una vez más.

MÚSICO: Le gustó.

CANTANTE: Sí, sí.

REY: Pero a dos voces, me gusta más a dos voces.

CANTANTE: Pero, tengo una sola, majestad.

REY: No, no, quiero decir que tú también cantes.

MÚSICO: Yo no sé la letra, majestad.

REY: ¡Oh, caramba! Bueno, entonces cantadla en canon.

CANTANTE: ¿En dónde?

REY: En canon, esa forma que primero canta uno y luego el otro hace la imitación. Tú comienza primero, y tú que no sabes la letra repites lo que él canta. ¿Qué ocurre? ¿no sabéis lo que es un canon?

CANTANTE: ¡Oh, sí, sí!... sabéis.

Dulce reina mía, una nueva fantasía en cada nuevo verso

MÚSICO: Dulce reina mía

CANTANTE: deseo mostrarte,

MÚSICO: una nueva fantasía en cada nuevo verso

CANTANTE: no quiero decir más,

MÚSICO: deseo mostrarte

CANTANTE: lo que tú ya sabes.

CANTANTE: El día en que te conocí me pareció

MÚSICO: El día en que te conocí...

CANTANTE: muy grande

MÚSICO: me pareció

CANTANTE: tu inteligencia,

MÚSICO: muy grande

CANTANTE: vi tu nariz

MÚSICO: tu inteligencia

CANTANTE: diminuta,

MÚSICO: vi tu nariz

CANTANTE: vi tu cabellera

MÚSICO: diminuta

CANTANTE: cayendo sobre tu cintura

MÚSICO: vi tu cabellera

CANTANTE: y tus pechos

MÚSICO: cayendo sobre tu cintura.

CANTANTE: Y ahora ves la sombra de uno que sin esperanzas te ama

MÚSICO: Y ahora ves la sombra

CANTANTE: ves el llanto

MÚSICO: de uno que sin esperanzas te ama

CANTANTE: del desgraciado

MÚSICO: ves el llanto

CANTANTE: porque tú perteneces a otro, sólo eres

MÚSICO: del desgraciado

CANTANTE: de tu marido.

MÚSICO: ¡No, no, no, no, no!

-oOo-

Versión del disco "Cardoso en Gulevandia" (Vol. VIII) con el Consort de Violas da Gamba del Pro Musica de Rosario

(Rey: Daniel Rabinovich - Cantante : Jorge Maronna - Músico: Carlos Núñez Cortés)

REY
Y ahora, a los postres, nada mejor que un poco de música. ¡Músicos! ¡Los músicos! ¡cantad!

CANTANTE
Majestad, hemos compuesto una pequeña canción en homenaje a vuestra esposa, la reina.

REY
Bien, adelante.

CANTANTE

Dulce reina mía,
una nueva fantasía en cada nuevo verso,
deseo mostrarte,
no quiero decir más,
lo que tú ya sabes.

El día en que te conocí me pareció
muy grande
tu inteligencia,

vi tu nariz
diminuta,
vi tu cabellera
cayendo sobre tu cintura
y tus pechos
maternales.
Y ahora ves la sombra
de uno que sin esperanzas te ama
ves el llanto
del infeliz
porque tú perteneces a otro
sólo eres
de tu marido.

REY
¡Bravo, bravo! Quisiera escucharla una vez más, pero me gustaría más a dos voces.

CANTANTE
Pero, tengo una sola, majestad.

REY
Que cante aquel otro músico, el de la viola.

MÚSICO
Es que yo no sé la letra, majestad.

REY
Oh, bien, entonces cantadla en canon.

CANTANTE
¿En dónde?

REY
Canon: esa manera en que primero canta uno y luego otro hace la imitación. Comienza tú, y tú que no sabes la letra vas repitiendo lo que él cante. ¿Qué ocurre? ¿no sabéis lo que es un canon?

CANTANTE
¡Oh, sí, sí!... sabéis

Dulce reina mía,
una nueva fantasía en cada nuevo verso,
       Dulce reina mía
deseo mostrarte,
         una nueva fantasía en cada nuevo verso
no quiero decir más,
       deseo mostrarte
lo que tú ya sabes.

(Murmullos de sorpresa y desaprobación)

El día en que te conocí me pareció
       El día en que te conocí...
muy grande
       me pareció
tu inteligencia,
       muy grande
vi tu nariz
       tu inteligencia
diminuta,
       vi tu nariz
vi tu cabelleraaa
       diminuta
cayendo sobre tu cintura
       vi tu cabellera
y tus pechos
       cayendo sobre tu cintura.

(Grandes murmullos)

Y ahora ves la sombra
de uno que sin esperanzas te ama
       Y ahora ves la sombra
ves el llanto
      de uno que sin esperanzas te ama
del infeliz
       ves el llanto
porque tú perteneces a otro,
sólo eres
       del infeliz
de tu marido.
 

(Ruido de voces y golpes)